El concierto en el Casino

Fue una noche de esas para recordar. Todos los conciertos de Manu lo son, pero ese, quizás porque hacía tiempo desde el último que yo habia estado, o tambien por los cambios que Manu ha introducido, fue uno de esos que se recuerdan de una manera más especial. Una de esas novedades fue que Manu cantó cerca de 20 canciones frente a las 14 o 15 que nos tiene acostumbrados. Esas canciones fueron todas las del último trabajo, excepto Gracias a la vida. De los trabajos anteriores: Tu piel, que dedicó a las víctimas del accidente de avión en Barajas en uno de los momentos más emotivos de noche; Sobreviviré, Qué será, y de las no editadas aún por Manu en disco, Usted es la culpable, Dos cruces, Todo es de color, Tu frialdad y Dos gardenias, con la cual finalizaría el concierto. Otra novedad muy acertada fue el interpretar varios temas acompañado, además del piano, de su guitarra. Resulta una combinación muy bonita, que me gustaría que siguiera practicando. Tambien me gustó muchísimo la forma de empezar el tema No me vayas a engañar. Lo hizo con unos versos de Lágrimas negras, para enlazar acto seguido con el principio de la canción. Fue algo muy original que tambien me gustaría que continuara haciendo. Por cierto, que hay que destacar tambien y hacer mención de la magnífica actuación del pianista cubano, Pepe Rivero, el mismo que participó en la grabación del disco. Se notó además, el buen rollito que hay entre ambos artistas. Tanto en voz, como en interpretación, Manu no defraudó y se le vió muy cómodo en ese recinto, aunque confesó por otra parte, que le imponía un poco el contacto tan directo con el público, cosa que no se notó, ya que en todo momento se mostró relajado y comunicativo. Transmitió en cada una de las canciones toda esa sentimentalidad suya a los que allí nos encontrábamos, con esa manera de contar las canciones, dejándonos, como siempre, con las ganas de más, o como mínimo, de que no pase demasiado tiempo hasta el próximo concierto. No faltaron tampoco las canciones a solo guitarra y voz.

En resumidas cuentas, que el viaje a Madrid con la única finalidad de acudir al concierto, mereció la pena, de todas todas. Gracias Manu por regalarnos una vez más, una noche especial.

Saludos!